Durante miles de años la naturaleza mantuvo un equilibrio entre los seres vivos y el ambiente, sin embargo la manera en que los seres humanos consumimos los recursos naturales para satisfacer nuestras necesidades y deseos rompió el equilibrio y ahora amenaza el poder de regeneración de los mismos, este estilo de vida no podrá mantenerse por muchos años más, por lo cual es necesario cambiar nuestro estilo de consumo.

Anteriormente a la época industrial, existía una generación de residuos que se autodegradaban y que no causaban daño al medio ambiente. Sin embargo, es a partir de la invención de la máquina de vapor, en la Primera Revolución Industrial, que comenzó una verdadera generación de residuos que modificaban sustancialmente la armonía del ambiente, pues los gases emitidos por las máquinas utilizadas son de tipo invernadero de difícil degradación natural, además, se tuvo que destruir gran cantidad de regiones boscosas para la construcción de fábricas y ciudades en las que pudieran vivir sus trabajadores, al tiempo que se desechaban algunos líquidos contaminantes a los cauces de los ríos.

Actualmente, la contaminación producida por la generación de residuos industriales y domésticos peligrosos, constituye el talón de Aquiles de una civilización que ha promovido el crecimiento económico y la industrialización como prototipos de modernización y del progreso económico.